Por María Sierra.
En apenas unos días se abre el plazo para que las pymes de entre 10 y 49 empleados soliciten las ayudas englobadas en el denominado Kit Digital y, si bien pueden suponer un impulso a la digitalización de las pequeñas empresas, el éxito de este estímulo depende de que exista un plan a mayores de una aportación económica.
Porque si queremos obtener los buenos resultados del Equipo A y decir eso de que ‘me encanta que los planes salgan bien’, necesitamos ese plan. Un plan con objetivos medibles, con estrategia, con acciones y, sí, con dinero para llevarlas a cabo. Pero solo con el dinero, que es la parte que le toca al Kit Digital, el “avance significativo en el nivel de madurez digital” de nuestra pyme (que es la meta de este programa gubernamental) puede quedarse en palabras vacías.
Así que diseñemos un plan. Las soluciones digitales que subvenciona el Kit Digital están orientadas a tener una página web y presencia en internet y/o una tienda online, a la gestión de redes sociales, a implementar programas de gestión de clientes y/o procesos, de analítica o facturación electrónica, a crear una oficina virtual y a incorporar sistemas de ciberseguridad y comunicaciones seguras. Visto así, lo fácil es decir: ¡lo quiero todo! Pero, ¿lo necesito todo? El primer paso de nuestro plan es analizar la situación de nuestra empresa y valorar de forma realista cuáles de las soluciones subvencionables aportarán un valor diferencial a nuestro proyecto.
Preguntémonos: ¿qué falla en mi pyme? ¿qué podría hacer mejor? ¿qué problema tengo y qué necesito para solucionarlo? ¿qué acción es imprescindible para que mi proyecto avance? Si somos capaces de hacer este ejercicio con honestidad, podremos visualizar los siguientes pasos a dar y determinar cuáles de las soluciones del Kit Digital son, efectivamente, una solución para mi negocio.
Una vez realizada la criba de soluciones, llega el momento de ser realista en cuanto al compromiso que podemos asumir en relación a estas soluciones. Porque no es cuestión de que el Kit Digital nos proporcione el dinero necesario para diseñar, por ejemplo, un plan de comunicación en redes sociales. Una vez definido, hay que ejecutarlo, más allá del tiempo cubierto por estas ayudas. Estamos ante un concepto de subvenciones de lanzamiento, de apoyo para implementar acciones de digitalización, pero el mantenimiento en el tiempo de estas acciones, para que realmente sean eficaces para nuestra pyme, es cosa nuestra.
Así que planteémonos el siguiente escenario: gracias al Kit Digital obtengo 2.500 euros para diseñar un plan de redes sociales y gestionar estas redes sociales durante, pongamos, 6 meses. ¿Tengo recursos para continuar con este trabajo transcurrido el período subvencionado? Porque si no los tengo, si mi empresa no tiene capacidad para contratar o asignar personal profesional para realizar esta gestión, ¿qué sentido tiene lanzarnos a crear un perfil de empresa en Instagram, darle forma durante 6 meses y después abandonarlo?
Este ejercicio debemos hacerlo con cada una de las soluciones que nos planteemos solicitar, porque implementar un programa digital de gestión de procesos no implica solo contratar este programa: hay que configurarlo, formar al personal de nuestra empresa en su uso y mantenerlo en el tiempo. Y como con las redes sociales y con los servicios de gestión de procesos, pasa con todas las otras soluciones. Porque cuando hablamos de digital, hablamos de un espectro en constante evolución, que requiere un mantenimiento constante para que esa solución que puede marcar la diferencia en nuestra pyme sea realmente eficaz de forma continuada.
Entonces, ¿el Kit Digital es para mí? Por supuesto, pero siempre con un plan detrás, con una estrategia que asegure que le podremos sacar no solo el máximo partido, sino el mejor partido posible.